El 19 de agosto de 1921, nace don Juan Enrique Robert Robert, de profesión joyero, casado con doña María Teresa Robert González, con quien tiene 5 hijos: Juan Carlos, Teresa, Emilia, Susana y Cecilia, quien ingresa a las filas 8 de junio de 1949, participando activamente en las actividades primerinas. El fatídico día 14 de junio de 1953, a las 11 de la mañana aproximadamente, Robert se encontraba en el segundo piso de su casa jugando con sus hijos, cuando siente olor a humo; al bajar se da cuenta que la cocina a parafina que estaba cerca de la escala se había inflamado y propagaba el fuego hacia la parte superior de su casa. Sale rápido y llama telefónicamente a la Primera Compañía, ubicada en Antonio Ebner nº 35, desde un negocio contiguo a su domicilio, dando la Alarma de Incendio.
Regresa a su casa y antes de subir se pone su uniforme de trabajo. El fuego ya había llegado al segundo piso: Toma a sus hijos Juan Carlos y María Teresa lanzándolos del segundo piso en medio de las llamas, recibiéndolos en la calle en un colchón, el Cuartelero Sr. Muñoz y el Teniente Sr. Paredes de la 10ª Comisaria de Carabineros. A las órdenes del Comandante Gustavo Neveu G. se inicia la extinción del Incendio, remojando el techo para evitar su hundimiento y bajar las grande llamaradas que abrasaban completamente la casa de nuestro voluntario en San Pablo nº 4260, actual nº 4350. El Carro-Bomba de la Primera Compañía, mandaba agua desde el único grifo del sector, que no tenía buena presión y se encontraba frente a la 10ª Comisaria de Carabineros, actual 22ª Comisaria. Robert regresa al dormitorio, al salir de este con dos de sus hijas en si brazo derecho, y la última en su brazo izquierdo, se hunde el piso que estaba en llamas, cayendo con ellas al fuego.
Su cuerpo uniformado y sin vida se encontró en el primer piso de la casa, abrazando fuertemente a sus tres pequeñas hijas que también habían fallecido. El Cuerpo de Bomberos y la comunidad toda se conmovió profundamente por el hecho y todas las banderas en la comuna, espontáneamente se izaron a media asta. El día 16 de junio de 1953, a las 11 de la mañana se efectuaron los funerales de sus hijas, y a la 1 de la tarde los funerales de nuestro Mártir. Nos acompañaron todos los Cuerpos de Bomberos de vecinos, incluyendo a Valparaíso y San Antonio. “Llanto y no lluvia, cayó sobre tres ataúdes blancos”, “Pagaste con tu sangre el cumplimiento del deber” señalan los titulares de la prensa escrita de la época.
Los que lo conocieron, lo describen como buena persona, buen padre y buen amigo. Era quien siempre servía un vaso de vino extra, por si algún Voluntario o amigo llegara al Cuartel en alguna reunión; es así como aún a la fecha, cuando se realiza alguna cena, el voluntario más nuevo le deja un pequeño vaso con vino en su honor, en el lugar donde se veneran sus reliquias. -Su ejemplo ha marcado a varias generaciones de Bomberos, es por esto que en el Desfile Anual en su Memoria, se suele ver a Ex voluntarios acompañando a la Compañía en este Acto que recuerda el Compromiso que se debe tener con la Institución.